Quien?
Y quien no ha sentido el impulso de llorar, no llorar por una perdida, no llorar por soledad, no llorar por un vacio, no llorar por libertad...sino llorar por el simple gusto de llorar, de poner en lagrimas aquello que no podemos decir, de ejercer ese derecho perfecto de controlar nuestras propias lagrimas, de administrar lo que nos duele, lo que nos asfixia. Es importante hacer el experimento, sentarnos a saber si somos capaces de llorar por gusto, abrazándonos a nosostros mismos, asi como algun dia reimos por gusto...polaricemos un poco, permitámonos regocijarnos en ese mar de pequeñas gotas saladas, entender que son producto nuestro, que se estructuraron a partir de nuestros dolores internos y reprimidos, (entender que no son inconscientes), son lo mas consciente que poseemos, nuestras nostalgias, nuestras deliciosas amarguras, disfrutables...
Y quien no ha sentido el impulso de llorar...pero cuantos permitimos fluir ese impulso, cuantos lo dejamos convertirse en una compulsión...me atrevo a decir que pocos, y por lo mismo atravesamos funerales, separaciones, desgracias y es ahi y solamente ahi que dejamos que este impulso se autojustifique en la situación, en la cual por supuesto, la lagrima es la protagonista perfecta, esperada y valorada con sumo gusto.
Y si no llorásemos entonces...si no tuvieramos la excusa indicada para hacerlo y dejáramos que la verdadera emoción aflore, seriamos seguramente acusados de insensibles, parcos y frios, siendo que lo mas sensato podria ser la honestidad que le debemos a nuestras lagrimas, a nuestro impulso de llorar, de expandirnos.
Hoy no tengo un motivo, no tengo probablemente ninguna razón para llorar, y sin embargo...tengo el impulso, no tengo la excusa, ni las justificaciones necesarias para hacerlo y no tener que dar explicacion alguna, pero ese impulso esta atragantándose en mi garganta, recorriendo mi nariz, no se si es mas saludable retenerlo, atraparlo ahi, antes de que salga...o dejarlo salir. Estoy consciente de que de pronto las explicaciones sean tediosas y que siempre han sido necesarias para llorar...por hoy intentaré perdonarme a mi misma por no dejarlo escapar, y ahorrándome las explicaciones intento una "catarsis" un tanto evidente, y a riesgo de contradecirme por completo y con descaro...no voy a llorar....pero quien no ha sentido el impulso de llorar....

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