Mudanza

Y serví dos vasos, más estaba completamente sola, y no lo hice pensando en alguien -no- lo hice por esa misma sensación que el estar acompañada puede dar, sensación de costumbre, percepción de compañía, tiene un lado bueno hacer las cosas por costumbre, como levantarse cada mañana y estirar los pies, ¡que sensación deliciosa!
Y serví dos vasos y me reí de mi misma, a carcajadas, me levanté y seguí con la mudanza.

Temprano en la mañana papá había llegado con un camión y tres hombres de esos que pesan siempre menos que el más pequeño de los muebles, más que fuerza la de esos hombres,  cargaron todo, yo, por primera vez en toda mi vida adulta, sólo dirigí, no tenía que tocar nada ni esforzarme, él estaba ahi con tres hombres fuertes...
Llegamos al nuevo departamento y como por arte de magia todo estaba dentro, cosas de la habitación en la habitacion y de la sala en la sala, lindo, todo habia salido bien y rápido,  fui hacia la cocina a ver que todo este bien y me vino un ataque de tos, yo había servido dos vasos y tomado uno, me tomé el segundo, -casualidad- dije, paso la tos, me senté a mirar atentamente los dos vasos vacíos.
Y ahora este espacio no tiene tus recuerdos, aunque en la otra casa no estuviste nunca yo te viví entre sus paredes, te soñé viendo la ventana y te había mostrado por la camarita la pared y unos dibujos, cuando me levantaba de la camarita unos minutos te dejaba siempre mirando a esa caricatura de Salvador Dalí que tanto amo, y tu le dijiste una vez "el señor feo" , así le digo ahora cuando lo miro, -señor feo- y creo que sonríe un poco por la complicidad; y aunque en esa casa no estuviste esta llena de memorias tuyas, y de lagrimas también cuando ya no estabas, no se si eso habrá convertido esa casa en un lugar mas pesado, pero las paredes se hicieron más oscuras, tuve miedo cuando volví a casa despues de ese viaje, por que salí de tu casa para llegar a otra en la que tampoco estarías y que también estaba llena de ti.
Este lugar esta nuevo, las paredes son más claras que las otras, más altas, ya no tengo la misma ventana y en esta nunca te he soñado, aunque lo hiciera, no te lo habré mencionado y no estará certificado, así que puedo estar tranquila, en esta casa no estuviste y no has llegado aún, cada vez que te recuerde será como el haber servido dos vasos, vendrá la sensación que te describí y luego de tomarme el que serví para ti, me reiré a carcajadas de mi misma y mirando a mi alrededor entenderé que en esta casa no estuviste  y que no estuvieron mis lágrimas y eso me devolverá algo de paz y también de esperanza, no puedo imaginar mejor combinacion, almenos que tu estuvieras aquí...

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