Desdibujando...
Te me vas desdibujando, de a poco, bien lento, y es cíclico tenerte y dejarte, hay días en que – siendo franca- necesito olvidar que existes, tal vez porque no soporto ver quién eres, o no amar lo que veo, y simplemente es más sencillo no mirar.
Tu rostro es lo primero que se me va borrando de la memoria, me cuesta un mundo recordar algunos de tus rasgos, almenos no se me borran aun tus labios, pero lamentablemente no son suficientes para vivir, ¿o si?, creo recordar detalles de tus ojos, pequeños brillos, se me fue por completo la forma en que tus cejas los bordeaban, quisiera que me fuese más fácil recordarte… ya no logro, como antes, acariciarte entre mis pensamientos, tu cuerpo siempre ha sido ajeno a mi cuerpo, excepto por esa imagen preciada de tu espalda buscando algo que no recuerdo, es un contorno que no olvido, que conservo.
Eres invisible ante mis razones, no hay nada mas que agregarte, y de pronto lo único que quiero es dejar de conocerte.
Es muy posible, y me atrevo a decir que es lo más seguro, que todo esto que te escribo se deba a lo pequeña que me siento hoy, ante la vida, ante ti, ante mí misma, quizás el ir olvidándote sea producto de esta maraña de emociones que permanentemente cambian el escenario en que camino, en que actúo, o tal vez se deba a mi obsesión por no poseer absolutamente nada que me haga pensar en ti, ni siquiera un conjunto de imágenes que repasar en silencio por las noches.
Como siempre concluyo, te has ido…por que verdaderamente te has ido, de aquí, de mi, de nuestra historia y yo continuo sin ti viviendo en la misma realidad absurda, encerrada en mi necedad, en mi incapacidad de amar de verdad, de sentir mas allá de mis motivos para huir, en esa historia que no es mas que una acumulación de fracasos, de amores inconclusos y sin embargo irremediables.
¿Será entonces, suficiente el recuerdo de tus labios para vivir? Si lo fuese, viviré de esa persecución constante por no permitir que sigan desdibujándose en mi memoria los pocos pedazos que me quedan de ti, escondiéndote en cada rincón de mi…y hasta que el escenario cambie nuevamente, quizás sea un lugar mágico, quizás sea un lugar inhóspito, pero como siempre dices…la siguiente travesía será mejor…lo aseguro.
Comentarios
Publicar un comentario